martes, 26 de agosto de 2014

El verdadero dolor

Tener un accidente es algo sumamente lastimoso, y màs si en dicha situaciòn te pasa vagòn y medio del Metro de Caracas por encima de ti.

El verdadero dolor lo sentí meses despuès de mi arrollamiento, en una terapia que para mi fue una especie de tortura china: consistía en infiltrar mis muñones(dos veces por cada muñón)a lo largo de la cicatriz donde una vez hubo rodillas,el mèdico llenaba una inyectadora con una sustancia blanca y luego comenzaba a penetrar mi herida hasta llegar a los nervios y descargaba el extracto en ellas; la primera vez entre sola al consultorio para aplicar el tratamiento,llore,grite y hasta se me bajo la tensión...quedè en shock. Por un momento pensè en no ir màs nunca a esas consultas,pero mi familia me apoyo y decidieron entrar a apoyarme en el consultorio. Ahora que lo recuerdo y lo veo en retrospectiva;no sè como hice para aguantar las tres restantes...ese proceso fue 100 veces màs doloroso que estar en los rieles del metro.

Cuando finalice las cuatro torturantes tandas el Dr. me felicito y me dijo algo que me hizo reflexionar: si aprendemos a controlar la mente,el dolor deja de ser físico y se convierte en mental.

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